Marcela Acuña, apodada “La Tigresa”, boxeadora y política argentina, participó de una charla abierta con alumnos de primer año de Periodismo Deportivo a través de Zoom. Habló de los prejuicios del género femenino dentro del boxeo y del apoyo de su familia al enterarse de su interés por el deporte. Además, reveló que está por terminar su nueva carrera como periodista deportiva.

La reunión tuvo lugar en una clase de la materia Protagonistas del Deporte, dirigida por los docentes Germán Riesco, quien es también director de la carrera,  y Matías Ciancio. La Tigresa en 2001 hizo historia cuando abrió el circuito de peleas profesionales de boxeo femenino en la Argentina: “Fue mi primera pelea en el país, sabía que los ojos estaban puestos en mí y que de eso dependía que creciera el deporte acá. Estaba muy nerviosa, sentía mucha presión, tenía que demostrar porque trabaje tanto por el boxeo femenino”, dijo. También, recordó la sensación que le dejó ser campeona mundial en el Luna Park: “Había tenido la oportunidad en el año 2002 en la ciudad de Bolívar, pero perdí. Cuando se me dio en el Luna Park, pensé en que Dios me tenía reservado este lugar para consagrarme. Fue hermoso, en un lugar donde hay tanta historia y pasaron muchas leyendas”. 

Sin embargo, su vida no solo quedó marcada por títulos y alegrías. La formoseña reveló los malos momentos que vivió dentro de la disciplina: “Fui muy criticada, dentro y fuera del ring. Cuestionada hasta en mi rol de madre y de mujer. Cuando me consagré campeona mundial en el año 2003, se habló mucho de mi título, decían que era trucho y buscaban un tema para quitarle mérito a mi récord”. Además, habló sobre el apoyo de su familia tras contarles su interés por el boxeo: “Yo hacía danzas españolas. Mi mamá quería que fuera bailarina. A los 7 años empecé con el Full Contact y a los 18 vi a Christy Martin y dije que quería boxear cómo ella. Desde entonces, mi familia y pocos amigos me acompañaron en esa decisión de pasarme de un deporte a otro”.

Por último, se expresó acerca de la elección de su carrera como periodista deportiva: “Creo que desde mi lugar como deportista, puedo darle un condimento extra. Puedo saber qué es lo que piensa un peleador en diferentes momentos de la pelea, hablar de estratégias, entrenamiento y pesajes. También es una excusa para seguir ligada al boxeo. Cuando les conté a mis amigos, no podían creer que entraría al mundo donde antes me peleaba con los periodistas”. Por otra parte, diferenció y destacó al periodismo antiguo con el actual: “Hoy en día el deporte está más que aceptado -reconoció-. Se toma en cuenta y se critica lo que es la técnica y ya no a la mujer como boxeadora. Los cuestionamientos antes venían solo por el hecho de ser mujer y eso ya quedó en el pasado”.

* Por Omar Barrios (@omarbarrioss) estudiante de 3er año de Periodismo Deportivo.