“En La Colectiva somos como una familia”

Por Nahuel Mosteirin | @nahuel.mosteirin

Los alumnos de la carrera de Diseño y Edición Audiovisual recibieron una visita muy especial: los operadores de La Colectiva, una radio comunitaria con base en el barrio de Caballito. Los protagonistas se acercaron a la sede de Moreno para contarle a los chicos los proyectos que llevan a cabo y como los operadores son parte de ellos.


Graciela Gurvitz, Nicolás Piba y Alan Glait son operadores en La Colectiva, la radio comunitaria que hace más de 10 años emite sus programas en la FM 102.5. De la mano de Analía Lutowicz, la docente de Historia de la Cultura, y junto al grupo de alumnos, los chicos de La Colectiva contaron sus experiencias al trabajar en una radio comunitaria.


Alan, por ejemplo, que trabaja operando uno de los programas de radio allí, es un egresado de ETER. Les contó a sus futuros colegas como fue que ingresó en La Colectiva y cómo de inmediato se sintió a gusto.


”En mis primeros 30 minutos me sentí como en casa. Todos eran amigables, como si fuesen familia“




Del mismo modo, Graciela y Nicolás les hablaron a los alumnos acerca de como es trabajar en una radio comunitaria. En base a su experiencia, es algo completamente diferente al trabajo realizado en una radio comercial. Hay menos presiones a individuos, dado que todos están del mismo lado. Las autoridades son todos, y todos quieren lo mejor tanto como para ellos como para sus compañeros. Esto es algo que dejaron en claro durante toda la visita: son una gran familia que hace radio.


Asimismo, recordaron anécdotas de algunos de los operadores que pasaron por la radio, destacando su labor. Sin ir más lejos, uno de los que quedó plasmado en sus memorias se caracterizaba por su celeridad a la hora de poner efectos o cortar audios para luego mandarlos al aire, todo esto sin descuidar en ningún momento las labores normales que el operador tiene a su cargo. Mientras contaban esto, los chicos los miraban con una sonrisa. Este tipo de habilidades son muy bien apreciadas por un equipo cuando un operador puede funcionar tan rápidamente.


También resaltaron la diferencia entre un programa estructurado, en el que quizás sus integrantes se llevan bien, pero no tienen eso que lo hace realmente amigos, en contraposición con uno en el que la química de sus integrantes es perfecta, todos se involucran más y, por ende, el resultado es mucho mejor, tanto al aire como fuera de él.


Analía y los invitados hicieron especial hincapié en la importancia de la calidad de los sonidos. Al estar detrás de un programa de radio, es fundamental que la sonoridad sea la adecuada, tanto para los que hacen el programa como para los oyentes, que son los que van a apreciar el trabajo hecho.


Finalmente, Graciela, Nicolás y Alan se despidieron de sus futuros colegas, dándoles palabras de aliento y recordándoles que eligieron una hermosa profesión, y que, sin ellos, la radio no sería lo mismo.