“LA LECTURA TAMBIÉN ES APRENDER Y ADMIRAR A LOS QUE ESCRIBEN”
Por Noelia Diaz
El locutor Dardo López brindó una charla para los alumnos de primer año de la carrera de Locución acerca de la importancia que tiene la lectura en el oficio.
“Vine a hablar de la lectura, de algo que es indispensable pero no solo para leer, para expresar y para saber leer con expresión. Es indispensable para un locutor porque si no metemos cosas en el corazón, estamos al horno”, explicó López al principio y con esta frase logró la atención de los alumnos durante toda la charla.
Luego de aclarar que no iba a poder leer todos los libros que había llevado, agarró una hoja y leyó: “‘El problema no era el golpe en la cara, era el permiso de todos, el creer que era natural, el sentir que era bueno, el tolerar por miedo. El problema no era el puño, era la herida en el alma y el silencio’, Jhoana Patiño”. En ese momento, el silencio que inundaba el aula se convirtió en aplausos y remarcó: “La lectura también es esto: aprender y admirar a los que escriben”.
Sobre su experiencia en radio dijo: “¿Por qué leía al aire? Porque me encantaba leer en el tren o en el colectivo y decir ‘qué lindo esto, quiero compartirlo con alguien’ y la mejor forma de compartirlo era por medio de un programa de radio, donde compartía música, información, opinión”. Sobre esta práctica también aseguró que es “algo personal” y que cada uno le da el tiempo que quiere. “La lectura no baja el ritmo en la radio, como dicen algunos colegas, sino que suma”, subrayó.
López advirtió que cuando se quiere expresar lo que le pasa a uno con lo que lee no se respetan los signos de puntuación: “A veces pones una coma donde no la hay, dos puntos donde no existe pero porque a vos te sugiere eso. Lo nuestro es expresión”.
Con respecto a la compra de libros aseguró que no es necesario tener plata y que en caso de tenerla hay que tomarse el tiempo de ir a elegir y comprarlos, de bucear cuando no se conoce a un autor y descubrir cosas. “Yo me considero un cartonero literario, soy un ciruja literario porque cuando no tengo un mango voy a la calle Corrientes desde 9 de Julio a Callao, atrás del Centro Cultura Kirchner, a Palermo frente a la Rural, a Parque Rivadavia y me ensucio las manos. No hay excusas para no leer, andá y ensuciate las manos”.
Por otra parte, aconsejó a todos los alumnos sobre el oficio pero como si estaría a solas con cada uno de ellos: “De nada sirve que vos quieras ser varios. Lo más importante es que seas vos, que cada uno a su manera defina su estilo, qué quiere ser, qué es”. Además, les aclaró: “Digo nosotros porque para mí son colegas, se la pierde el que no sigue. Es un oficio complicado, los medios también lo son, tenemos compañeros complicados pero es la carrera y la profesión más linda del mundo”.
“Apuesten a ustedes mismos, háganlo. Van a aprender, busquen, practiquen, lean en voz alta aunque crean que hacen el ridículo porque eso es ejercitación pura”, les pidió.
Su expresión corporal, el tono de su voz y sus palabras daban cuenta de la pasión que siente por lo que hace. “Cuando nosotros nos sentamos delante de esto - señala un micrófono - te olvidás de la vida, te olvidás de todo. Es lo más lindo que nos puede pasar. Te transportás, vas a otro lado, a otro mundo y eso es lo mejor”, les aseguró.
Por último, concluyó la charla con un fragmento del texto “El Circo”, de Héctor Tizón: “Luego se quedó muy quieto; recostado sobre el espaldar de la silla; en silencio; con los ojos cerrados. Un alarido largo, desenfrenado hizo que yo por fin dejara de mirar los pequeños, flacos pies de Jose que hacia dejado de oscilar”.
@noelidiaz
“Vine a hablar de la lectura, de algo que es indispensable pero no solo para leer, para expresar y para saber leer con expresión. Es indispensable para un locutor porque si no metemos cosas en el corazón, estamos al horno”, explicó López al principio y con esta frase logró la atención de los alumnos durante toda la charla.
Luego de aclarar que no iba a poder leer todos los libros que había llevado, agarró una hoja y leyó: “‘El problema no era el golpe en la cara, era el permiso de todos, el creer que era natural, el sentir que era bueno, el tolerar por miedo. El problema no era el puño, era la herida en el alma y el silencio’, Jhoana Patiño”. En ese momento, el silencio que inundaba el aula se convirtió en aplausos y remarcó: “La lectura también es esto: aprender y admirar a los que escriben”.
Sobre su experiencia en radio dijo: “¿Por qué leía al aire? Porque me encantaba leer en el tren o en el colectivo y decir ‘qué lindo esto, quiero compartirlo con alguien’ y la mejor forma de compartirlo era por medio de un programa de radio, donde compartía música, información, opinión”. Sobre esta práctica también aseguró que es “algo personal” y que cada uno le da el tiempo que quiere. “La lectura no baja el ritmo en la radio, como dicen algunos colegas, sino que suma”, subrayó.
López advirtió que cuando se quiere expresar lo que le pasa a uno con lo que lee no se respetan los signos de puntuación: “A veces pones una coma donde no la hay, dos puntos donde no existe pero porque a vos te sugiere eso. Lo nuestro es expresión”.
Con respecto a la compra de libros aseguró que no es necesario tener plata y que en caso de tenerla hay que tomarse el tiempo de ir a elegir y comprarlos, de bucear cuando no se conoce a un autor y descubrir cosas. “Yo me considero un cartonero literario, soy un ciruja literario porque cuando no tengo un mango voy a la calle Corrientes desde 9 de Julio a Callao, atrás del Centro Cultura Kirchner, a Palermo frente a la Rural, a Parque Rivadavia y me ensucio las manos. No hay excusas para no leer, andá y ensuciate las manos”.
Por otra parte, aconsejó a todos los alumnos sobre el oficio pero como si estaría a solas con cada uno de ellos: “De nada sirve que vos quieras ser varios. Lo más importante es que seas vos, que cada uno a su manera defina su estilo, qué quiere ser, qué es”. Además, les aclaró: “Digo nosotros porque para mí son colegas, se la pierde el que no sigue. Es un oficio complicado, los medios también lo son, tenemos compañeros complicados pero es la carrera y la profesión más linda del mundo”.
“Apuesten a ustedes mismos, háganlo. Van a aprender, busquen, practiquen, lean en voz alta aunque crean que hacen el ridículo porque eso es ejercitación pura”, les pidió.
Su expresión corporal, el tono de su voz y sus palabras daban cuenta de la pasión que siente por lo que hace. “Cuando nosotros nos sentamos delante de esto - señala un micrófono - te olvidás de la vida, te olvidás de todo. Es lo más lindo que nos puede pasar. Te transportás, vas a otro lado, a otro mundo y eso es lo mejor”, les aseguró.
Por último, concluyó la charla con un fragmento del texto “El Circo”, de Héctor Tizón: “Luego se quedó muy quieto; recostado sobre el espaldar de la silla; en silencio; con los ojos cerrados. Un alarido largo, desenfrenado hizo que yo por fin dejara de mirar los pequeños, flacos pies de Jose que hacia dejado de oscilar”.
@noelidiaz