Viendo los hilos
Por Miguel Francolini | @mfrancoliniblog
El jueves 24 de mayo ETER recibió la visita de Manuel Villalonga, editor y operador de Vorterix, en el marco de la clase de PIR III, dictada por los profesores Marcelo Elorza y Nacho Echauri.
En una charla distendida con los alumnos de 3er año de Locución, Manuel fue detallando cómo es la labor del editor y el trabajo silencioso que realiza para embellecer el aire y subir la calidad de la emisora o el programa en donde trabaje.
Tras exhibir alguno de los trabajos que hizo para Vorterix y contar un par de trucos para lograrlo (NdelaR: Son cuentos o poemas recitados por su autor o leídos por Mario Pergolini a los que se les agrega una cortina musical no convencional -Borges con música de hip hop, por ejemplo-), Manuel, junto a Nacho (quienes trabajan en la producción del programa de Pergolini, “Maldición, va a ser un día hermoso”, de 6 a 9 AM) contaron como es la convivencia en una radio grande con tantas figuras reconocidas.
El encuentro despertó el amor por la radio que tenían los animadores de la misma, dejando momentos emotivos que merecieron aplausos de los presentes, quienes se quedaron hasta más tarde haciendo lo que más le gusta: hablar en el aire del éter, en ETER.
En una charla distendida con los alumnos de 3er año de Locución, Manuel fue detallando cómo es la labor del editor y el trabajo silencioso que realiza para embellecer el aire y subir la calidad de la emisora o el programa en donde trabaje.
Tras exhibir alguno de los trabajos que hizo para Vorterix y contar un par de trucos para lograrlo (NdelaR: Son cuentos o poemas recitados por su autor o leídos por Mario Pergolini a los que se les agrega una cortina musical no convencional -Borges con música de hip hop, por ejemplo-), Manuel, junto a Nacho (quienes trabajan en la producción del programa de Pergolini, “Maldición, va a ser un día hermoso”, de 6 a 9 AM) contaron como es la convivencia en una radio grande con tantas figuras reconocidas.
El encuentro despertó el amor por la radio que tenían los animadores de la misma, dejando momentos emotivos que merecieron aplausos de los presentes, quienes se quedaron hasta más tarde haciendo lo que más le gusta: hablar en el aire del éter, en ETER.