Barbara Arroyo: "Acercar Italia a los estudiantes a través del cine"

Por Amatista Casamajor | @amucasamajor
Bárbara Arroyo, locutora y periodista especializada en cine, visitó a segundo año de la carrera de Locución en el marco de la clase Fonética del Italiano, a cargo de la profesora Noelia Ricci y embarcó a los alumnos en un viaje por la cultura reciente de Italia a través del cine.

Para introducir la charla,
la periodista contextualizó los inicios del cine italiano contando que, durante el gobierno de Benito Mussolini, este arte había tenido una gran importancia y un fuerte apoyo del Estado que buscaba usarlo como propaganda. “Durante la posguerra surgió el neorrealismo italiano, un movimiento que, como oposición al régimen, buscaba mostrar la pobreza y la violencia que existía en aquella época”, explicó la invitada. “Roma, ciudad abierta, por ejemplo, fue filmada durante el fin de la guerra y es una crítica enorme a Mussolini”, agregó, haciendo énfasis en los peligros que corrían los directores de esos años.



Mientras analizaban las películas El ladrón de bicicletas (Vittorio de Sica - 1948) y Roma, ciudad abierta (Roberto Rossellini - 1945), la docente, Noelia Ricci, fue sumándose a la exposición para agregar información sobre el estilo de vida italiano y aprovechando la oportunidad para que los futuros locutores practicaran algunas palabras del idioma. Por su parte, Arroyo profundizó sobre la realización de estos largometrajes: “Para lograr transmitir la idea de realismo, los directores como Rossellini o de Sica trabajaban casi exclusivamente con ciudadanos comunes. No querían grandes estrellas sino gente real”. Además, agregó que los cineastas elegían filmar en la calle y no en estudios para mostrar la vida cotidiana del pueblo.

“Al terminar la guerra, con Italia casi en ruinas y en la pobreza, la idea de mostrar la grandeza del país volvió a imponerse sobre el cine”, contó Arroyo. En 1960, Federico Fellini dirigió el film que marcó el quiebre entre el fin del neorrealismo y el comienzo del período simbolista: La Dolce Vita. “En esta película se busca promocionar la belleza italiana a través de la moda y el glamour, cosas que terminarían por marcar muy fuerte la imagen de Italia ante el mundo”, agregó. Las imágenes de mujeres de clase alta, irreverentes y despreocupadas generó un debate entre los alumnos sobre la similitud con algunos personajes de la realidad argentina. Otro de los puntos que se cuestionaron fue el rol de estas mujeres en la película, que eran mostradas como simples objetos y terminaban formando parte de la romantización de la violencia.

Hacia el final de la charla la docente, Noelia Ricci, destacó la importancia de este tipo de encuentros: “Es mucho más interesante cuando se aprende no sólo la fonética de un idioma sino también la cultura y la historia que hay detrás”. Los alumnos coincidieron en este punto y expresaron sus ganas de repetir la experiencia. “Tal vez la próxima puedan hacer algo con comida que es otra parte muy importante de la cultura italiana, ¿no?”, sugirió Bárbara Arroyo ganándose el aplauso de los futuros locutores.

*Amatista Casamajor. Periodista y estudiante de Producción Audiovisual, 4to año, ETER