Un día de improvisación teatral en Locución, de la mano de Nano Zyssholtz

Por Julieta Estévez

 

En el marco de la clase de Práctica Integral de Televisión, el actor y director Nano Zyssholtz sostuvo un divertido intercambio con estudiantes de la carrera de Locución, que pudieron experimentar distintos ejercicios teatrales propuestos por el invitado. Las propuestas del actor, ayudaron a romper la barrera de la timidez y poder jugar con el espacio y la interpretación.

Nació en  San Martín, provincia de Buenos Aires. Es docente, director en actuación y creador de su propio método de exploración creativa: experimentación actoral autobiográfica. Actualmente dirige la obra “Shamrock” escrita en verso por Brenda Howlin, que fue nominada a mejor comedia en los Premios Estrella de Mar 2023. Zyssholtz trajo con su visita diversas prácticas actorales para trabajar la improvisación y la escucha activa. La mayoría de estos ejercicios consistían en la coordinación con un otro, ya sea desde lo corporal o lo verbal. Uno de los que más gustó entre los estudiantes fue la propuesta de improvisar una escena asignada sin afirmar ni negar, sosteniendo el hilo de diálogo solo con preguntas. “Muchas veces uno asocia esto de la improvisación a la ocurrencia, al ingenio, a la inteligencia. Para mí no es todo lo contrario, pero sí pasa por otro lado. Pasa mucho más por la sensibilidad, por lo sensorial, porque quien actúa es un ser social con todo lo que eso implica”, sostuvo el actor. 

Los estudiantes le expresaron al invitado sus inquietudes acerca de la exposición que requiere esta materia, la profesión de locutor en sí. “A veces por vergüenza, desgano, timidez, o lo que sea, nos cuesta explorar los márgenes territoriales que es hasta donde uno puede llegar”. Desde su experiencia personal agregó: “Soy profesor -dijo Zyssholtz-, formo actores hace muchos años y honestamente siento que cualquiera puede actuar y lo asocio a esto, a que a veces hay una idea de talento innato o algo celestial que lo ilumina. Yo creo que el permitirse ser eso o hacer eso tiene que ver con cuánto uno está dispuesto a ceder y explorar los márgenes.”

Como cierre de la clase, los estudiantes dieron sus conclusiones de lo que les dejó esa práctica, los ejercicios trabajados. Coincidían en que fue enriquecedor construir a través de la improvisación estos escenarios o mini discursos ya que al no tener tanta estructura les permitían soltarse y entregarse más al juego. También comentaban lo necesario que es amigarse con la idea de no sentirse ridículo ridiculizándose a uno mismo y alimentar la seguridad propia a la hora de exponerse en cualquier ámbito.

* Por Julieta Estévez (@ju.estevez), estudiante de 2do año de Locución.