“SI SOS PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN TU OBJETIVO ES LA JUSTICIA”
Por Paula Llana
Los autores de Iosi: El espía arrepentido, detallaron el proceso de investigación de su libro a los estudiantes de tercer año de Periodismo, en el marco de la materia Investigación Periodística.
Miriam Lewin y Horacio Lutzky narran la historia de un agente infiltrado dentro de la comunidad judía que, arrepentido, denuncia la complicidad de las fuerzas de seguridad y el gobierno de Carlos Menem en el atentado de la AMIA.
José Alberto Pérez formaba parte de la Policía Federal pero a partir de 1985, como espía secreto, se infiltró en la comunidad judía a través de la Biblioteca de la Sociedad Hebraica Argentina y pudo así estudiar a la cultura judía, al tiempo que iba conociendo a gente de la colectividad y se insertaba en grupos estudiantiles.
Los superiores de Iosi tenían un particular interés por la AMIA. “Lo mandaron a infiltrase en distintas entidades pero básicamente a recolectar información de la sede de la AMIA e informar sobre los horarios de la gente de seguridad”, sostiene Lutzky ante la curiosidad de los alumnos.
Iosi se contactó primero con Lutzky y dos años después con Miriam Lewin: consiguió su casilla de correo y le contó que tenía información que podía servirle. En un principio la periodista dudó. Pero cambió de parecer luego de hablar con él por primera vez, en un bar. “Lloraba, estaba muy tenso, le temblaba la voz, evidentemente tenía un gran secreto que revelar”, relata Lewin, que también es coautora de “Ese infierno - Conversaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la ESMA”.
Los autores contaron el paso a paso de esta investigación que llevó doce años y se lamentaron al reconocer que la justicia, aún con un testimonio tan importante como el de Iosi –hoy testigo protegido-: “Esto demuestra un compromiso con el encubrimiento que es alarmante”, sostienen.
El trabajo en equipo fue fundamental para sostener tanto el secreto como la responsabilidad de acercarse a la verdad: “La cuestión ya no era meramente periodística, estábamos absolutamente involucrados con la historia, con los miedos y la incertidumbre que teníamos por delante”, define el Lutzky.
Con el libro publicado y la causa AMIA aún sin esclarecerse, los autores se lamentan: “Como periodistas tenemos recursos restringidos para investigar. Ahora es la justicia la que tiene que hacerlo, lo que no quiere decir que abandonemos el caso”. Y finalizan: “Si sos periodista de investigación, no podés tener miedo. Tu objetivo es la justicia”.
@Chunia_
Miriam Lewin y Horacio Lutzky narran la historia de un agente infiltrado dentro de la comunidad judía que, arrepentido, denuncia la complicidad de las fuerzas de seguridad y el gobierno de Carlos Menem en el atentado de la AMIA.
José Alberto Pérez formaba parte de la Policía Federal pero a partir de 1985, como espía secreto, se infiltró en la comunidad judía a través de la Biblioteca de la Sociedad Hebraica Argentina y pudo así estudiar a la cultura judía, al tiempo que iba conociendo a gente de la colectividad y se insertaba en grupos estudiantiles.
Los superiores de Iosi tenían un particular interés por la AMIA. “Lo mandaron a infiltrase en distintas entidades pero básicamente a recolectar información de la sede de la AMIA e informar sobre los horarios de la gente de seguridad”, sostiene Lutzky ante la curiosidad de los alumnos.
Iosi se contactó primero con Lutzky y dos años después con Miriam Lewin: consiguió su casilla de correo y le contó que tenía información que podía servirle. En un principio la periodista dudó. Pero cambió de parecer luego de hablar con él por primera vez, en un bar. “Lloraba, estaba muy tenso, le temblaba la voz, evidentemente tenía un gran secreto que revelar”, relata Lewin, que también es coautora de “Ese infierno - Conversaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la ESMA”.
Los autores contaron el paso a paso de esta investigación que llevó doce años y se lamentaron al reconocer que la justicia, aún con un testimonio tan importante como el de Iosi –hoy testigo protegido-: “Esto demuestra un compromiso con el encubrimiento que es alarmante”, sostienen.
El trabajo en equipo fue fundamental para sostener tanto el secreto como la responsabilidad de acercarse a la verdad: “La cuestión ya no era meramente periodística, estábamos absolutamente involucrados con la historia, con los miedos y la incertidumbre que teníamos por delante”, define el Lutzky.
Con el libro publicado y la causa AMIA aún sin esclarecerse, los autores se lamentan: “Como periodistas tenemos recursos restringidos para investigar. Ahora es la justicia la que tiene que hacerlo, lo que no quiere decir que abandonemos el caso”. Y finalizan: “Si sos periodista de investigación, no podés tener miedo. Tu objetivo es la justicia”.
@Chunia_