Santino: “Lo que representa el fútbol es poder usar el tiempo y jugar a algo que nos haga felices”

Por Micaela Garay

 

Nada es casual. La forma de hacer su trabajo, nace desde estos pilares: se formó como profesora de educación física, es entrenadora y periodista deportiva. Había mucho conversar -y escuchar-, y por eso Santino pasó por ETER. Conversó con los estudiantes sobre su perspectiva del deporte como derecho para todas y todos, en el marco de la materia Diversidad cultural en el deporte y los medios.

 

Juan Sasturaín dijo que el fútbol es un relato. Desde donde cada uno se pare a verlo (o vivirlo) puede aportar una multiplicidad de sentidos que permitan transformar la realidad establecida para proponer una diferente. “La Nuestra” es ese espacio futbolero que se constituyó como una oportunidad de expresión colectiva, donde las mujeres del barrio disputaron su lugar en la cancha y, con él, su derecho al juego. 

 

Toda una vida de militancia permite que Mónica Santino exprese en palabras sencillas ideas cargadas de años de pensamiento colectivo: “Lo que representa el fútbol es poder usar el tiempo y jugar a algo que nos haga felices. Es más de lo que pasa en la cancha: es una posibilidad de libertad, de ser nosotras mismas, de entender que tenemos un cuerpo que puede hacer muchísimo más de lo que nos dijeron que podemos hacer y que tenemos derecho a jugar.

 

El fútbol femenino, que hoy aparece un poco más que solo en notas de color, crece desde cuando la vereda era territorio de las niñeces. En el barrio La Calandria de San Isidro, Mónica formaba parte de los picaditos de la cuadra. Es hincha de Vélez como su papá y su hija y creció leyendo “El Gráfico”. En la suma de todas esas experiencias relató que “el fútbol es como una alfabetización social” y desde esos días en la infancia, hasta hoy se dejó llevar por “el empuje cultural” que propone el femenino.

 

La barriada también ocupa un lugar fundamental en su vida porque es el escenario donde ella, junto a sus compañeras, proponen otras lógicas para vincularse con el deporte y con los demás: “El barrio para nosotras es una demostración tremenda de organización comunitaria y el fútbol es un deporte que te enseña eso mejor que cualquier otro: vos solo en la cancha no podés avanzar para ningún lado”.

 

Junto a los estudiantes, reflexionó sobre el crecimiento de la disciplina y la posibilidad de encontrarse, más temprano que tarde, con un fútbol femenino a la altura que merece el empuje de las jugadoras. En el marco del reclamo de las últimas campeonas del mundo frente al abuso del presidente de su federación, la invitada enfatizó: Creo que el cambio que necesitamos es la dirigencia, para que dejen de decir que no vendemos, dejen de pensarnos como inferiores, que estamos bajo sus zapatos y que pueden hacer con nosotras lo que quieran”.

 

Además propuso algunas claves para poder contribuir desde el periodismo deportivo: ser comprometidos con lo que está pasando y tratar de aportar a la mirada que cada uno tiene el contexto. En tiempos donde reina lo superficial y las condiciones de trabajo están precarizadas y sometidas a los deseos de las empresas de medios Mónica dejó abierta una posibilidad: “Hay un desafío para pensar el periodismo desde otros lugares”.

 

  • Por Micaela Garay (@micagamuza), estudiante de 3er año de Periodismo Deportivo.