Tomó mate con Jorge Drexler, Marky Ramone y Maneskin. Se fue de tapas con Bandalos Chinos y No te Va A Gustar, entre otros músicos. Desde esa experiencia con la cultura, resultó más que interesante escuchar a la periodista en un ida y vuelta con los estudiantes. Oír a Pauli Echeverría, como la llaman. Los docentes de la materia, Lucas Terrazas (Infobae) y Florencia Caruso (Radio Con Vos/Rock and Ball), abrieron la charla y dieron lugar a que, en primer lugar, Echeverría contara cómo planifica una cobertura musical, cómo construye su distintivo y cómo organiza el relato que quiere mostrar. En ese sentido, la  invitada dio el ejemplo de su vivencia con el último show de Fito Paez, “30 años del amor después del amor”. Al tomar un ejemplo tan icónico, dijo: “Quería recalcar esta idea de cómo la música a veces tiene el poder de llevarnos hacia esos lugares, ¿no? Que fue lo que a mí me pasó. Yo escuché las canciones y me llevó a esos lugares. Y fue lo que veía que le pasaba a la gente. La gente lloraba, la gente se emocionaba. Yo quiero comunicar esto”, afirmó. 

Explicó que si el contenido a producir es audiovisual es fundamental tener la perspicacia de encontrar los momentos adecuados para grabar esa emoción.  “Intento ver primero que me genera a mí y qué me gustaría transmitir. Y después lo salgo a buscar”, dijo. También habló de la crónica. De las palabras y la escritura. Con una mano apoyada sobre su pecho reveló que cuando algo la interpela necesita “sacarlo” escribiendo. Su corporalidad dejó en claro que en este punto hay algo más visceral “No tengo una receta ahí. Ahí es. Me atravesó”. En cuanto a su manera de trabajar, resaltó la importancia de tener un guión bajo la manga como guía y en tomar información, no solo del artista en cuestión sino también del contexto. El detrás de escena. La gente en una fila antes de ingresar al recital. Los sonidistas que preparan el escenario. Por otra parte aconsejó armarse de un espacio informativo propio y contó que para realizar las coberturas lleva su celular o va acompañada de un equipo de personas que tienen conocimientos en materia técnica. Sin embargo aclaró que esto último no es un limitante: “Si uno tiene un lindo celular y tiene una buena idea. Creo que una buena idea mata cualquier cosa”. Echeverría les propuso a los alumnos cuestionarse su propio diferencial y construir su camino a partir de ello. “Cuál es mi superpoder, me dijeron el otro día y me gustó. ¿Cuál es mi superpoder? Y, laburar. Eso”, concluyó.

* Por Lara Destito (@larilarieh), estudiante de 2do año de Periodismo y Producción de Contenidos a distancia.