Diego Igal visitó ETER para conversar con estudiantes de Periodismo Deportivo en el marco de la materia Técnicas Gráficas 2, en la que leyeron y abordaron “Operación Masacre”, de Rodolfo Walsh. El invitado acercó a la clase su experiencia de haber sido colaborador en la publicación de los cuadernos de Enriqueta Muñiz, quien formó parte de la investigación sobre la masacre en José León Suárez, que se trabajó en el libro “Historia de una Investigación”.

Abordar parte de la vida al referente del periodismo de nuestro país, Rodolfo Walsh, además de poner en escena a Enriqueta Muñiz que, con 21 años y a escondidas de sus padres, fue protagonista fundamental en la recolección de datos y testimonios, sirvió como un puntapié para pensar las virtudes del periodismo y analizar la actualidad de la profesión. 

Igal conoció la historia de Enriqueta cuando estudiaba periodismo, en la que probablemente haya sido la última entrevista que Muñiz aceptó dar. El invitado contó que ella nunca más quiso hablar del tema y que intentaba “no ser la viuda de Walsh”. Lo cierto es que ese encuentro dejó prendida una chispa en la curiosidad del periodista que años más tarde volvió para reconstruir la historia. Hizo en un perfil de Muñiz.  Además, descubrió que existían dos cuadernos que, a modo de diario íntimo, ella había escrito durante esos años junto a Walsh. 

Sobre la experiencia de dos jóvenes investigando un fusilamiento clandestino en un basural de José León Suárez en 1956 Igal resaltó: “Para mí lo más valorable es que lo hicieron a la edad que tenían (27 y 21 años), durante una dictadura, sin medios y ninguno tenía conocimiento en periodismo”. A más de 60 años de la publicación, Igal reflexionó: “El periodismo es uno solo, el que hacía Enriqueta y el que hacemos nosotros, que nace de la curiosidad y de las ganas de ir detrás de la verdad”.

La charla sirvió para pensar los desafíos de hacer periodismo en esos años y traccionar la lectura sobre los obstáculos en el presente: “El gran enemigo del periodismo son los poderes económicos, las empresas y los poderes políticos” y avalado por la experiencia que contó y sus 30 años en la profesión aportó: “El buen periodismo depende del periodista, está orientado a la gente y es un bien social para muchas personas, no hay excusa para no hacerlo”. 

La experiencia de Walsh y Muñiz sirvió para que, junto a Diego Igal, los estudiantes pudieran reflexionar sobre las virtudes y los desafíos del periodismo a la hora interpretar la actualidad social (y de la profesión). En ese análisis sobre una de las investigaciones más reconocidas de nuestro país el invitado concluyó : “Creo que estas cosas deberían inspirar nuestro trabajo”.

* Por Micaela Garay (@micagamuza), estudiante de 3er año de Periodismo Deportivo.