Fernando Signorini: “Soy el preparador de seres humanos que van a jugar al fútbol”

Por Micaela Garay*

“El profe” Fernando Signorini visitó a los estudiantes de primer año de Periodismo Deportivo en el marco de la materia Fútbol 1 para conversar con ellos y proponer otras miradas sobre un deporte que trasciende los límites de la cancha y se constituye como un hecho cultura que, para convertirse en la utopía que imagina, necesita un cambio social que estudiantes de Periodismo tienen la posibilidad de afrontar.

 

Parece condición necesaria tener los pies (y las ideas) bien plantadas para acompañar a un barrilete. Signorini fue una parte importante de la vida de Diego Maradona en los procesos de preparación mundialista de 1986, 1990, 1994 y 2010, durante su experiencia como DT de la Selección. Y quizás sean los más de 4 mil días a su lado los que certifican una postura que tiene más de reflexión práctica que de teoría fisiológica.

 

Quien le propuso a los estudiantes que sean artistas de su propia vida es el mismo que alguna vez llegó a Barcelona e insistió en la puerta del Camp Nou para poder ver la práctica que llevaba adelante José Luis Menotti, y que a fuerza de insistencia consiguió entrar al club para estar el día preciso en el momento en que Diego Maradona llegó temprano a una práctica y lo saludó por primera vez. 

 

En los papeles fue el preparador físico de los mejores de la historia aunque aclaró: “Soy el preparador de seres humanos que van a jugar al fútbol”, dejando de manifiesto que los entendió en su dimensión integral. Fernando Signorini fue el profe del villero, lo ayudó a potenciar su nivel futbolístico, pero también a no encajar en la manada porque desde los márgenes, lo acompañó en los caminos de oponerse a las miserias del deporte que tanto amó. Y dentro de una analogía de Borges que citó, le propuso la aventura por sobre el orden.

 

Para él: “Ser un extraordinario jugador de fútbol es un milagro”. Y la pedagogía que lo caracteriza supo ser el soporte de ese milagro que fue el de millones de argentinos: “El afecto es la fuerza más poderosa del mundo, más que la fuerza muscular”. En ese sentido cargó la charla de anécdotas y ternura hacia el recuerdo de Diego, que desde una cena en un restaurante, diferenció del fenómeno Maradona. Puso sobre la mesa ese primer encuentro en Barcelona, el camino en Napoli y los 4 mundiales que compartieron, todos momentos que le son útiles a la hora de problematizar y explicar su postura frente al deporte.

 Fiel a su deseo: “Una sociedad mejor y no tan berreta”, y tras ser crítico con el Periodismo Deportivo que por exitista y despiadado descuida lo humano, dejó algunos consejos para los estudiantes: “Pongan sus expectativas en ustedes mismos, si seguimos apuntando a tener en vez de a ser, después no nos podemos quejar de la sociedad”. Después concluyó: “Piensen cuál sería la sociedad en la que quieren vivir y entonces cuál sería su aporte”.

 

*Micaela Garay (@micagamuza), estudiante de 3er año de Periodismo Deportivo