Los equipos llegaron en sus respectivos camiones. Desembarcaron sus autos, del mismo modo en que se preparó la puesta en escena, como si se tratara de una obra teatral. Este punto abarca desde el armado de los boxes, la ubicación de publicidades y carteles a lo largo del circuito, como también la colocación de las cámaras de televisión y las medidas de seguridad exigidas por la FIA, como por ejemplo, las barreras de neumáticos en las curvas, los puestos de banderilleros, entre otras cosas. Como suele ser habitual, ese día no hubo actividad en pista. Sin embargo, siempre se puede conocer y aprender algo nuevo. Santiago Di Pardo, el docente de la materia Automovilismo en la carrera de Periodismo Deportivo, explicó qué es el concepto TCR y cuál es su finalidad. “Marcello Lotti, presidente del WSC Group, creó el concepto de competición TCR y se hicieron 36 campeonatos a lo largo del mundo. El objetivo es que las fábricas dejen de invertir en el desarrollo de los autos, y que las mismas tengan la tarea de contratar un customer racing. Este programa estandariza el modelo a usar para los 36 campeonatos, incluido el mundial, que es WTCR”.

Los estudiantes contaron con la posibilidad de subirse a la butaca del Honda Civic de Fabio Casagrande, ganador junto a Esteban Guerrieri en la fecha anterior en Termas de Río Hondo, y que hace poco dio un charla en ETER. Belén Luna, estudiante de 1° año de la carrera, compartió sus sensaciones sobre cómo es estar ahí: “Tuve una mirada más de cerca que me hizo entender cómo funciona la competición y cuáles son las diferencias con un auto de calle. Siempre lo veía en la TV, pero no sabía bien cómo era”. Y remarcó: “Con sentarte en un auto de estos sentís que tenés el control, de alguna manera”. Luego del almuerzo, alrededor de las 16 hs, momento en el que de a poco el sol comenzaba a caer, la jornada tuvo un cierre particular acompañado de un Track Walk, que consiste en reconocer la pista a pie previo a los entrenamientos.

El trazado que se usó el fin de semana fue el Circuito N° 9 de 3.353 mts de longitud. Y este ejercicio, que no es obligatorio, los equipos suelen organizarlo de forma personalizada. Ya sea individual, dándole la libertad a cada piloto de caminar la pista en el momento que desee, o colectiva, donde los pilotos acostumbran a estar acompañados de sus ingenieros, y en contadas ocasiones por un fotógrafo y un oficial de prensa. En este caso, la tarea fue realizada por los propios estudiantes sin los protagonistas, porque no estuvieron presentes. Sin embargo, el asesoramiento por parte del docente Santiago Di Pardo fue suficiente para tener un acercamiento que replicó de la manera más fiel posible la experiencia. No solo para conocer un circuito, también para ponerse en movimiento y ejercitar al cuerpo.

* Por Gabriel Moglia Sabatino, estudiante de Periodismo Deportivo.