UN VIAJE A LA HISTORIA DEL PERIODISMO
Por Pablo Duer
Estudiantes de primer año de la carrera de Periodismo visitaron la muestra "De Walsh a Lanata, 40 años de periodismo argentino" y compartieron un espacio de reflexión y aprendizaje en un recorrido por los vaivenes del ejercicio de la profesión en sus momentos más álgidos.
‘‘El periodista tiene que ser testigo de la historia. Y si no de la historia, por lo menos de la actualidad’’ dijo alguna vez Gay Talese, uno de los padres del Nuevo Periodismo. Y cuando se habla de este oficio, la historia no es sólo aquella de lo narrado, sino también de sus narradores. Eso fue lo que motivó que, el pasado jueves, la clase de Historia de los Medios se permitiera salir del espacio del aula para sumergirse en la muestra brindada por el espacio Margen del Mundo, dirigido por Luis Majul.
Durante más de dos horas los estudiantes vieron las distintas caras del lugar, que propone ubircarse por encima de ‘‘la grieta’’ ideológica. Es así que en la misma selección de los 40 periodistas más influyentes de las últimas décadas aparecen Nelson Castro, José Luis Cabezas, Eduardo Aliverti y Marcelo Tinelli. La nómina fue compuesta mediante una investigación que contó con casi 2000 encuestas entre ciudadanos y periodistas y todos sus integrantes aparecen en un mural a pocos pasos de la entrada.
‘‘Ningún periodista que se precie de tal puede desconocer quién fue Rodolfo Walsh, qué hizo y cómo murió’’, expresó Majul a los alumnos en el marco de una introducción informal que les dio en el bar del lugar, llamado Café de los Periodistas. En sus mesas, los chicos tuvieron oportunidad de degustar no sólo el café sino también el Sándwich del Periodista. El primero se ofrece como una combinación de aquel de los bares históricos con el del cierre de las redacciones, recalentado pero intenso. El sándwich se presenta en dos variantes: uno de jamón y queso, para salir del paso, y otro, un poco más elaborado, de milanesa, tomate y queso.
En pequeños grupos los alumnos presenciaron un documental multipantalla en 360º llamado ‘’40 años de periodismo en 4 minutos’’. Éste recorre desde la muerte de Juan Domingo Perón a la de Alberto Nisman, pasando por las tragedias de AMIA y Cromagnon. Mientras tanto, otros recorrían la exhibición cuyo ingrediente más fuerte es una serie de biografías audiovisuales de un minuto, que permitió a los estudiantes interiorizarse en la historia de cada uno de los rostros que vieron en el mural de la entrada.
Tal vez en respuesta al rechazo de la profesión a la hoja en blanco, todos los espacios tienen algún contenido. Una muestra fotográfica –con memotest incluido– sobre el atentado a la AMIA comparte espacio con la proyección de entrevistas que indagan en costados desconocidos de varios periodistas de la talla de Mario Pergolini y Marcelo Longobardi. Un poco más escondido, un rincón fue optimizado para hacer un Speakers Corner – rincón de los oradores– donde cada uno podía expresarse libremente con el respeto como única condición. Además, una pared inmensa exhibe una transcripción de la Carta Abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar y frente a ella se alza la Biblioteca de los Periodistas, especialmente curada para la muestra y contenedora de los textos considerados imprescindibles para la historia de los medios.
‘‘Esta exhibición debe servir como disparador, uno tiene que meterse adentro de la historia. El contexto donde trabajaron estos periodistas debe ser estudiado por todos los que quieran ejercer esta profesión’’, aconsejó Majul a los estudiantes, que ayer dejaron los apuntes guardados en la mochila y viajaron, con todos los sentidos, por el pasado de su futuro.
‘‘El periodista tiene que ser testigo de la historia. Y si no de la historia, por lo menos de la actualidad’’ dijo alguna vez Gay Talese, uno de los padres del Nuevo Periodismo. Y cuando se habla de este oficio, la historia no es sólo aquella de lo narrado, sino también de sus narradores. Eso fue lo que motivó que, el pasado jueves, la clase de Historia de los Medios se permitiera salir del espacio del aula para sumergirse en la muestra brindada por el espacio Margen del Mundo, dirigido por Luis Majul.
Durante más de dos horas los estudiantes vieron las distintas caras del lugar, que propone ubircarse por encima de ‘‘la grieta’’ ideológica. Es así que en la misma selección de los 40 periodistas más influyentes de las últimas décadas aparecen Nelson Castro, José Luis Cabezas, Eduardo Aliverti y Marcelo Tinelli. La nómina fue compuesta mediante una investigación que contó con casi 2000 encuestas entre ciudadanos y periodistas y todos sus integrantes aparecen en un mural a pocos pasos de la entrada.
‘‘Ningún periodista que se precie de tal puede desconocer quién fue Rodolfo Walsh, qué hizo y cómo murió’’, expresó Majul a los alumnos en el marco de una introducción informal que les dio en el bar del lugar, llamado Café de los Periodistas. En sus mesas, los chicos tuvieron oportunidad de degustar no sólo el café sino también el Sándwich del Periodista. El primero se ofrece como una combinación de aquel de los bares históricos con el del cierre de las redacciones, recalentado pero intenso. El sándwich se presenta en dos variantes: uno de jamón y queso, para salir del paso, y otro, un poco más elaborado, de milanesa, tomate y queso.
En pequeños grupos los alumnos presenciaron un documental multipantalla en 360º llamado ‘’40 años de periodismo en 4 minutos’’. Éste recorre desde la muerte de Juan Domingo Perón a la de Alberto Nisman, pasando por las tragedias de AMIA y Cromagnon. Mientras tanto, otros recorrían la exhibición cuyo ingrediente más fuerte es una serie de biografías audiovisuales de un minuto, que permitió a los estudiantes interiorizarse en la historia de cada uno de los rostros que vieron en el mural de la entrada.
Tal vez en respuesta al rechazo de la profesión a la hoja en blanco, todos los espacios tienen algún contenido. Una muestra fotográfica –con memotest incluido– sobre el atentado a la AMIA comparte espacio con la proyección de entrevistas que indagan en costados desconocidos de varios periodistas de la talla de Mario Pergolini y Marcelo Longobardi. Un poco más escondido, un rincón fue optimizado para hacer un Speakers Corner – rincón de los oradores– donde cada uno podía expresarse libremente con el respeto como única condición. Además, una pared inmensa exhibe una transcripción de la Carta Abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar y frente a ella se alza la Biblioteca de los Periodistas, especialmente curada para la muestra y contenedora de los textos considerados imprescindibles para la historia de los medios.
‘‘Esta exhibición debe servir como disparador, uno tiene que meterse adentro de la historia. El contexto donde trabajaron estos periodistas debe ser estudiado por todos los que quieran ejercer esta profesión’’, aconsejó Majul a los estudiantes, que ayer dejaron los apuntes guardados en la mochila y viajaron, con todos los sentidos, por el pasado de su futuro.