Georgina Bardach: Protagonista del Deporte

Por Micaela Garay*

Los alumnos de primer año de la carrera de Periodismo Deportivo conversaron con Georgina Bardach, ex nadadora medallista olímpica, mundial y panamericana, en el marco de la materia Protagonistas del Deporte. En su presentación Germán Riesco, director de la carrera, dijo frente a las dos comisiones de primer año que participaron: “Tener a atletas en esta materia para nosotros es un orgullo”.

 

Además de contar sus rutinas de entrenamiento y preparación para la máxima competencia del deporte junto a Bochi (uno de sus entrenadores), Georgina hizo hincapié en su exigencia frente a la disciplina y la competencia: “Me ponían más nerviosa los entrenamientos que las competencias. Competía contra mi misma todo el tiempo. Me da igual quién esté al lado mío. No era mi foco”.  Se desarrolló en la prueba de 400 metros combinados, que implicó periodos de entrenamiento muy intensos y sostuvo esa pasión hasta hoy: “Creo que lo que me gustaba de la competencia es la adrenalina: ponerte a prueba, llegar al límite. Fue una de las cosas que más me costó al retirarme. En realidad no lo encontrás más, no lo podes reemplazar con nada”.

 

Participó de su primer Juego Olímpico, el de Sydney 2000, cuando tenía 17 años. Y si bien en ese momento no dimensionó el lugar que ocupó, fue el puntapié para querer volver, más preparada, para alcanzar las carreras más importantes. Por eso los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fueron distintos: “Fueron unos juegos que disfruté mucho, estaba muy bien entrenada. Me acuerdo de haber estado nerviosa antes de la final, pero el recuerdo más grande es que creo que fue la única vez que salí conforme con la prueba que hice”.

 

Además de su enorme trayectoria como deportista olímpica, la mirada de Georgina propone problematizar el deporte como lo conocemos y aporta una mirada sobre la construcción de las identidades y, consecuentemente, su rol social. 

 

Puso sobre la mesa un aspecto muy importante de su carrera, y con eso de la estructura del deporte en sí mismo: la necesidad de abordar la salud mental y tensionarla con las ideas de éxito y fracaso. Respecto de esto contó su experiencia: “La salud mental era tabú, era mal vista. No podías decir que tenías miedo o que estabas triste. Era como que no servías para el deporte”. Aunque aclaró que era un aspecto social, resaltó que era incompatible ser débil y hacer deporte. 

 

Desde esa experiencia propia, entonces, se animó a reflexionar sobre Delfina Pignatello, la nadadora olímpica que se retiró del alto rendimiento luego de los últimos Juegos Olímpicos tras las críticas recibidas por sus resultados en la competencia: “La entiendo en un montón de cosas y me parece que tuvo la valentía de tomar una decisión que me hubiese gustado tomar a esa edad, y la admiro por priorizarse a ella y poner su salud mental y bienestar por delante. Sí creo que es una pena para la natación argentina porque no se si vi un talento como el de ella”.

 

Desde su rol actual como gestora de políticas deportivas, donde aborda, entre otras cosas, el trabajo en género y deporte, compartió su idea en torno al rol de los clubes y el Estado para contribuir a cambiar la perspectiva: “Los clubes tienen la función de contener (junto con la familia), los Estados Provinciales tienen que acompañarlos para asegurar el acceso de toda la población, porque hoy hacer un deporte es un privilegio y no debería ser así. No podemos hacer política deportiva en un país donde no tenemos prioridad ni en la salud ni en la educación”.

 

*Micaela Garay (@micagamuza), estudiante de 3er año de Periodismo Deportivo