Parado y con las manos en jarra, Szereszevsky dejó a un lado el micrófono  y comenzó la charla de una manera descontracturada. Habló sobre la importancia de este tipo de encuentros. Un gran hacedor, en diálogo con estudiantes de la carrera de Producción Audiovisual. “Me hubiese encantado que alguien me cuente desde el lugar, sin ser canuto”, afirmó. Comenzó a los 16 años, cuando fue parte de la fundación de “FM La Tribu” con la idea de ser periodista. Pero su vocación de manager salió a flote con la convocatoria de bandas para su programa radial. “Era un chico de una militancia de izquierda, trabajando en una radio de izquierda, con mucha bajada de línea […] y de repente empecé a trabajar para el menemismo”, dijo, refiriéndose al cambio que lo llevó a ser jefe de prensa del exministro Alberto Kohan, durante la presidencia de Carlos Menem. “Yo empiezo a trabajar, a mí nadie me dice lo que tengo que hacer”, dijo Szereszevsky sobre esa rebeldía que lo llevó a conocer, por ejemplo, a Juan Pablo II. A medida que fue desenvolviéndose mejor en su rol de Jefe de Prensa, empezó a comprender y resolver las necesidades de su entorno, a tal punto de entender perfecto qué es lo que querían. 

“Música, política, deportes, son tres cosas que entrelazadas son el eje de poder”, le dijo en su momento Alberto Kohan a Fernando Szereszevsky, en relación con la propuesta de trabajar para un referente del rock nacional. Así fue como pasó de trabajar para el gobierno de Menem, a representar a Charly García. Les sugirió a los estudiantes no cerrarse en un solo rol profesional, si no a desenvolverse de la mejor manera en todas las aristas que se presenten en sus caminos. “Abran los ojos, no se frustren, vean posibilidades donde otros no las ven”, afirmó,  agregando que a una situación se la puede convertir en una producción o un hecho periodístico que sea útil. Habló también acerca de la capacidad que hoy en día tiene respecto a los demás, reconociendo que no es una persona con mucha formación, si no que por su trayectoria sabe lo que los poderosos quieren. “Les conozco la cabeza”, subrayó.

En una de las preguntas que le hicieron los alumnos, se explayó sobre una charla que tuvieron él, un amigo suyo de la secundaria y Charly García, los tres en Israel. El artista le preguntó a Gastón, el amigo del mánager, cómo había sido Fernando (Szereszevsky) de chico. “Un manager sin banda”, le habría respondido el amigo a Charly . Descripción que muchos de sus conocidos coincidieron a lo largo del tiempo, por su organización, su forma de manejarse y desenvolverse en cada cosa que hizo. “No antepongo el negocio económico al proyecto artístico”, sostuvo Szereszevsky al explicar que, si el proyecto artístico es bueno, da dinero. No al revés. Que lo humano sobrepasa cualquier tipo de trabas en la producción de un evento. Asegura que el rol que menos cumple es el de mánager de banda. Hoy como representante de Juanse expone su función en la vida del artista. “No llama a un médico -aseguró Szereszevsky-, me llama a mí”. Esa es la importancia del vínculo que genera con sus representados. Si Juanse en un show no lo ve al lado en el escenario, sabe que algo anda mal. Ese es el ida y vuelta que formó. Tanto, que remarcó que no es casualidad todo lo que le ocurrió en su vida. Y lo sintetizó así: “No podés tener 25 años de suerte”.

Por Luca Moreno (@lucamoreno) estudiante de 2do año de Producción Audiovisual.