Federico Bianchini: “Tenemos que confiar en lo que hacemos”

Por Francisco Ledesma

El periodista y escritor Federico Bianchini, multipremiado por sus crónicas y escritos, brindó en la sede Acevedo las claves a la hora de empezar a publicar periodismo narrativo. Un ex nadador que tuvo contacto con el escritor Rodolfo Fogwill en una pileta de Almagro y lo inspiró a hacer una crónica con esa historia, que lo llevó a ganar el premio Nuevas Plumas. 

 

“Insistir, hacer lo máximo posible. Si tiene suerte o no se va a saber desde el momento que uno hace cosas. Es como decía Arlt sobre la ‘prepotencia de trabajo’. No hay que dejar de hacer. Para esto no hay ‘talintímetro’. Solo confiar en lo que se hace”, incentivó Federico Bianchini a todos los estudiantes del segundo año de Periodismo en la clase de Redacción periodística I. 

 

A sus 39 años, y además de dedicarse al periodismo narrativo de perfiles y crónicas, trabajó de redactor en Clarín y La Razón. También fue editor de la revista Anfibia. Se dedica a coordinar el Diplomado Online de Periodismo Narrativo y del Diplomado Online de Edición en la Universidad de Periodismo Portátil, dirigido por el periodista chileno Juan Pablo Meneses. “Cuando gané mi primer premio de ‘Nuevas Plumas’ en 2010 no había escrito nunca una crónica. De hecho me costó meses de entrevista contar la historia de este autor tan conocido (Fogwill), porque tenía que encontrar de qué manera hacía algo que no se había hecho antes. Algo inédito”, contó Bianchini.

 

La clave para este tipo de textos está en contar algo que resulte innovador, interesante para el público y siempre queda sujeto, para que esto resulte bien, a la voz que el cronista busque ponerle al relato. “Para una buena crónica, en un texto se tiene que notar que hay mucho material de archivo presente y datos de lo que escribís o perfilás. Eso es fundamental”, explicó. Su experiencia en la Antártida fue algo impagable, algo que anhelaba hacer desde pequeño, casi como un capricho. El escribir sobre esto en “Antártida: 25 días encerrado en el hielo”, le cambió la perspectiva sobre algo que, de chico, había escuchado a su abuelo decir  que “no se podía describir los paisajes”. Según cuenta, fue la excusa para conocer el continente blanco. Junto al jefe del Comando Antártico compartió una experiencia sinigual: “Coincidimos en una estadía en Bariloche y compartimos cuatro días a full. Ellos entrenaban y yo los acompañaba. Me habían prometido que iría una vez que terminara ese relato”, recordó. Algo que publicaría para la revista “Viva” tiempo más tarde.  

 

La insistencia es algo que remarca como otra de las claves para su trabajo. Llevar adelante esos escritos que él sabía que “en algún momento se publicarían”. Tal es así, que cuatro años más tarde pudo conocer el continente antártico mientras trabajaba para Anfibia. “Todo depende de qué te interese hacer y de que eso te movilice. Cuando algo te gusta, olvidate del talento, la suerte, de la inspiración y trabaja en busca de eso. Si después lo conseguis, tenés la seguridad de que trataste de hacerlo”, concluyó Bianchini 

 

* Por Francisco Ledesma (@soyfranledesma), estudiante de segundo año de la carrera de Periodismo.