Walter Lezcano, periodista freelance y colaborador de Revista Brando y Clarín, entre otros medios, visitó a los alumnos de la carrera de Periodismo para contarles sobre su recorrido profesional, los desafíos del periodismo cultural y su llegada a la profesión. Además, explicó cuál es su forma de trabajar, habló del periodismo en la actualidad y aconsejó a los futuros colegas.

La clase de “Periodismo cultural” de la carrera de Periodismo dictada por Eduardo Benítez y Marina Locatelli, le abrió las puertas al periodista Walter Lezcano. El invitado trabaja de manera independiente, es docente de literatura y periodista por vocación, aunque aclara: “No me considero periodista y no me gusta meterme en un campo en particular porque te volves funcional a eso. Me gusta mirarlo desde afuera”.

En relación a su profesión Lezcano dió comienzo a la charla y contó: “Yo soy docente, siempre me gustó enseñar, pero a los pocos años de dar clases en secundario tenía compañeros con licencia psiquiátrica desbordados por todo”, y agregó: “En una sobremesa me llegó la palabra freelance y no quise preguntar qué era, pero me llamaba la atención. Más adelante tocaron el tema y entendí de qué se trataba. Ahí fue cuando quise dejar horas de colegio para no volverme loco y empecé a aprender a considerar sumarios, ideas y la capacidad de monetizar tu deseo, tu curiosidad”.

Seguido a esto fue consultado por la clase acerca de las ventajas del periodismo freelance y respondió: “Es atractivo, pero tenes que darle tres vueltas carnero a los sumarios del resto para poder competirle y que te elijan”. Además, Lezcano agregó: “Es un juego de seducción, uno quiere resultar atractivo al otro y que el otro te elija. Todo atravesado por la política del deseo, y un consejo es que no hay que insistir con la gente que no te responde. Es importante saber que no podés chamullar en un mail y si no responden el silencio también es una respuesta”.

A lo largo de la visita, Walter habló del periodismo como un logro personal y explicó: “Para mí es una forma de trascender en mi barrera de clase. Mi vieja no tiene ni el secundario completo, entonces es una manera de medir y conocer qué tan grande es el mundo”.

En relación a ello recomendó a los alumnxs: “Hay que trabajar con la destrucción del lugar común, hacer mierda los prejuicios y los mitos”, y agregó: “Confío en la mutación y combinar piezas que no encajan, ahí está la caja de herramientas que necesitamos, está toda a nuestro alcance”.

Consultado por el periodismo en la actualidad sentenció: “La precarización laboral es cada vez más. Pero siempre digo, frente a una situación de guerra hay que convertirse en guerrero, hay que buscar herramientas. Si no estamos preparados para ir a la guerra, no hay que ir”.

Frente a los alumnxs de tercer año de Periodismo comentó: “Cada tres años me pregunto qué es lo que quiero hacer y eso es clave en las determinaciones para seguir avanzando. Hoy mi respuesta a eso es escribir ficción”.

“El periodismo te deja cosas que de cualquier otro modo no podrías obtenerlas.  Podes entrar a una villa, conocer a una madre y preguntarle por el asesinato de su hijo mejor y al mismo tiempo entrar en el Hilton y hablar con el titular de un banco, eso se queda en uno, esas cosas y experiencias se acopian y te resignifican. El periodismo es para hacerte mierda el prejuicio y si se logra esto, algo hiciste bien”, explicó Lezcano.

A minutos de terminar la clase enfatizó: “Es un partido largo y la revancha está siempre en la próxima nota”. 

*Julieta Sitner Willig, estudiante de Periodismo, 3er año, ETER.