En un encuentro con alumnos de primer año de Locución, la locutora habló de su fugaz paso por la radio FM y de su amor incondicional por la AM. Contó sus primeros pasos dentro de la carrera y del mundo radiofónico, y de algunas claves para descubrir cómo ser mejores profesionales.

En el aula Fernando Peña de la sede Acevedo, alegre y carismática, Alejandra Arias comenzaba su charla con estos tres verbos. SER – HACER – TENER. “Nos van a poner en eje respecto de lo que vamos a aspirar en esta carrera o en cualquier otra”, decía ante la atenta mirada de los alumnos de la carrera de Locución en la materia Práctica Integral de Radio. Aconsejó que nunca se debe perder de vista este eje, y que es muy importante ser ambicioso, poder seguir aquello que queremos o en lo que creemos. Asimismo, remarcó tener presente que “ser ambicioso no es lo mismo que ser codicioso”. 

De gran trayectoria como locutora de piso en radio AM, destacó la importancia que cumple este rol dentro del staff de un programa, en el que siempre se ve a la cabeza al conductor, y remarcó que siempre “disfrutó de ser la segunda” y que en la práctica “la responsabilidad del aire es del locutor”.

También tuvo tiempo de hablar de su vida personal, que está marcada por la profesión, ya que su esposo es operador de radio y sus hijos actores de doblaje, que se dedican también a la comunicación. De hecho, su primera hija nació mientras estudiaba, y la acompañó durante sus días de cursada. “Mi hija es mi madrina de carrera, hubo profesores que la sostenían mientras me tomaban examen”, contó al recordar esas épocas. 

Sobre el final de la charla, llegó el momento de la práctica. Se repartieron varios textos para que los alumnos leyeran a primera vista. La mayoría de aquellos fragmentos eran textos literarios. Fueron muy variadas las propuestas por parte de Alejandra, desde leerlos en formato informativo hasta con intención de “beboteo”. Los alumnos respondieron poniendo toda la confianza en la locutora que se unía a ellos y los iba guiando hasta finalizar la lectura. Hubo tiempo también para componer personajes, emulando voces de niños o de tonadas relacionadas con alguna zona del interior del país. Fue el momento más descontracturado donde los alumnos animarse a interpretar siguiendo las indicaciones y uno de los principales consejos que dejó Alejandra: “Lo que nos da el miedo y siempre nos hace ruido es el ego. El ego es lo que no nos deja crecer”. 

* Lucas Leonel Di Costa (@lucas_dicosta), estudiante de tercer año de la carrera de Locución.