
Martínez Bel: “La actuación es un juego hermoso que vivo con mucho placer”
En pleno furor por el estreno de la serie, el encuentro de Claudio Martínez Bel con estudiantes de Producción Audiovisual resultó significativo. El actor habló sobre su participación en “El Eternauta”, compartió su recorrido profesional y dejó un mensaje claro: actuar (y vivir) desde el deseo, el juego y el entusiasmo.
Actor, docente, maestro de clown y director de teatro, es fan declarado del cómic original. Se mostró emocionado por participar en una obra que lo marcó desde chico. “Del Eternauta tengo todo. En el casting dije: ‘Quiero estar acá, aunque sea de cascarudo’, y de golpe me llamaron para participar de la selección”, expresó con orgullo resaltando que, con esta producción, quedó demostrado que en la Argentina se puede hacer un producto de calidad que mire todo el mundo.
Durante la charla, relató cómo su carrera fue atravesando distintas etapas, cómo encontró nuevos sentidos en el oficio y, sobre todo, cómo sostiene su vocación desde el disfrute y la autenticidad. “Aprendí que cagarme de hambre era el precio de seguir mi deseo. No hagan nada que no les guste, por mucho que les paguen”, sostuvo con franqueza.
Como si estuviera entre colegas, sin distancias ni fórmulas, reveló que su manera de encarar cada trabajo actoral, más allá del guion, se basa en conectar con algo muy simple: el juego. “Hay que darle las riendas a ese niño del adulto que sos. Trato de que sea más desde la inconsciencia. Trato de vaciarme, y a partir de ahí construyo y confío en la mirada del otro”, señaló.
Y para quienes recién comienzan en el mundo audiovisual, dejó un consejo que sonó como un verdadero lema de vida: trabajar con entusiasmo. Como buen clown, lleva consigo una predisposición natural a encarar la vida con humor y entrega. “Yo salgo de mi casa y me aplico voluntariamente ganas. A todos lados llego moviendo la cola como un perro”, dijo, y de esta manera hizo reír al auditorio.
Ese mismo entusiasmo, sumado a la terapia. Confesó que eso fue lo que lo ayudó a transformar muchos de sus miedos. Sobre el final del encuentro, compartió algo que, según él, lo salvó muchas veces y le permitió poner límites en su carrera: “Siempre me pregunto a mí mismo: ¿por qué estás acá?”. Esa pregunta, dijo, lo ayudó a tomar decisiones con coherencia y a no traicionarse por plata.
Martínez Bel no solo habló de actuación, sino de una forma de vivir con sentido. Como si en cada respuesta estuviera compartiendo una filosofía simple pero poderosa: trabajar con ganas, disfrutar el proceso y habitar el presente. “Siempre me gusta hacer lo que estoy haciendo. No tengo ningún pendiente, mi vida es mucho más de lo que hubiera imaginado”
* Por Joaquín Camarra, estudiantes de 2° año de Producción Audiovisual.