“ES INCOMPARABLE LA LIBERTAD QUE HAY EN UN MEDIO INDEPENDIENTE”
Por Paula Llana
Luis Díaz, productor de radio, guionista y ahora director de cine, estuvo en ETER para dar una entrevista abierta en el marco de la materia Inserción a los medios radiofónicos, de la carrera de radio, y para hablar de los cambios que sufrió la radio en los últimos años, que dieron origen a su película “Lexter, la ola perfecta”.
De buzo verde, capucha, pañuelo y anteojos grandes, Luis Díaz entra al aula “Magia” y es aplaudido por los alumnos. Se sienta frente al auditorio de 20 jóvenes que en las dos horas que dure la charla lo escucharán atentamente e intervendrán de manera activa haciendo preguntas. La entrevista está conducida por Lucas Ribaudo, profesor de la carrera, que conoció a Díaz en Radio Metro, trabajando ambos en la producción de “El Parquímetro, Lado B”.
Luis trabajó en gráfica, radio y tv. Sus primeros pasos en los medios fueron en la producción de un noticiero de Telefé Internacional y en una pasantía en Clarín, donde resumía noticias para hacer semanarios que se leerían en el exterior. De ahí, llegó a Radio Uno. Vendrían después Radio Show, Metro, Blue, del Plata y algunas otras menos comerciales.
Díaz se fue de las radios más masivas cansado de que no lo dejaran realizar cambios en los programas. Veía que dejaban de ser medios de comunicación en su estado más puro para ser empresas. “Mi jefe estaba más preocupado porque yo consiguiera un buen premio que una buena artística”. Pasó primero por Radio Lexia para luego instalarse en Radio Colmena, con Fan, el programa que conduce junto con Hernán Panessi los domingos de 18 a 21. “Es incomparable la libertad que hay en un medio independiente. Son un lienzo blanco donde está todo para hacer”, afirma Díaz. “Y para usarlas, hay que aprovechar las redes sociales”.
El tema de las redes sociales sobrevuela toda la charla. Ribaudo le recuerda a Díaz que supo oficiar de community manager cuando todavía esa figura no existía como tal. Para un programa de Infinit, la marca de anteojos, le propusieron “ser un productor fuera del programa, desde la casa, completando el programa desde el blog, cuando recién aparecía Facebook”. Era el 2007. Para eso, aprovechó la libertad que le daba no tener a un productor al lado que le dijera qué tenía que hacer. “No me frenaba nada, lo que se me venía a la cabeza, lo ponía en el blog”, relata Díaz.
El contenido de los programas también cambió. Cuenta el invitado: “Hoy tomé un taxi y estaba puesto el programa de Larrea en la radio” -el mismo Héctor Larrea que su madre escuchaba cuando él era chico-. Una crítica, la sección deportiva, un móvil en la Feria del Libro y los latiguillos –“geniales”- de Larrea. “Y en siete minutos escuché más radio que en los últimos dos años” dice el guionista.
A su lado, Lucas Ribaudo asiente y explica a los alumnos lo importante que es para Larrea saber captar –y entender- a quienes lo escuchan: “El venia de clases populares muy bajas, y se dio cuenta de que para ser popular, siendo alguien de la radio, tenía que llegar a esos sectores. Dicen que grita mucho porque tenía que hacer escuchar al tipo que estaba trabajando en una obra o un taller, y que su voz tenía que ser más fuerte que el martillo. Hoy en día no pierde la imagen de quien lo escucha y cómo va a hacer para llegar a ellos”.
Después de muchos años en el medio, Luis quería contar qué era lo que estaba pasando con la radio. Así surgió Lexter, la ola perfecta, su segunda película, que relata la historia de un joven estudiante que, para recibirse, tiene que escribir su tesis. Para eso, intentará contactar a Lexter, una especie de ídolo que ideó una forma particular de hacer periodismo de rock en la radio. La obra transita y recrea distintos escenarios del mundo del rock de los ’90: Cemento, el Parakultural, los programas de radio, las revistas de la época. “Intento tomar lo que fue el auge de la Rock and Pop y el rock en las radios, y la noche, esos lugares que en esa época fueron como cuevas del rock. Esa fue la búsqueda de darle seriedad y entidad al personaje, y a partir de ahí darle entidad a la película, sin perder de vista que era una historia de pibes que quieren entrevistar a su ídolo o maestro”, dice Díaz.
Para darle validez a la figura de Lexter y, revelará en un rato, como parte de una estrategia de marketing para una película que es independiente, Díaz eligió entrevistar a gente del medio para que contaran qué pensaban de Lexter, como Lalo Mir o el Ruso Verea. “Mucha gente me pregunta si Lexter existió, si está vivo” cuenta, “y muchos de los famosos que contaban una anécdota del personaje después me decían de quién estaban hablando en realidad”. Por eso, explica el director, “Lexter es todos”.
Lexter, la ola perfecta, se presentó en festivales como el de Gualeguaychú y el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata. Las próximas presentaciones serán en el Centro Cultural Konex, los miércoles 4, 11 y 18 de Mayo a las 21.30. Después de eso, la película recorrerá el interior del país. “Me llama alguien para decirme que la podemos pasar y la pasamos. Tengo la suerte de decidir qué hacer con la película”, explica el director, que mientras tanto trabaja en el guión de Electrónica, el libro de Enzo Maqueira.
@Chunia_
De buzo verde, capucha, pañuelo y anteojos grandes, Luis Díaz entra al aula “Magia” y es aplaudido por los alumnos. Se sienta frente al auditorio de 20 jóvenes que en las dos horas que dure la charla lo escucharán atentamente e intervendrán de manera activa haciendo preguntas. La entrevista está conducida por Lucas Ribaudo, profesor de la carrera, que conoció a Díaz en Radio Metro, trabajando ambos en la producción de “El Parquímetro, Lado B”.
Luis trabajó en gráfica, radio y tv. Sus primeros pasos en los medios fueron en la producción de un noticiero de Telefé Internacional y en una pasantía en Clarín, donde resumía noticias para hacer semanarios que se leerían en el exterior. De ahí, llegó a Radio Uno. Vendrían después Radio Show, Metro, Blue, del Plata y algunas otras menos comerciales.
Díaz se fue de las radios más masivas cansado de que no lo dejaran realizar cambios en los programas. Veía que dejaban de ser medios de comunicación en su estado más puro para ser empresas. “Mi jefe estaba más preocupado porque yo consiguiera un buen premio que una buena artística”. Pasó primero por Radio Lexia para luego instalarse en Radio Colmena, con Fan, el programa que conduce junto con Hernán Panessi los domingos de 18 a 21. “Es incomparable la libertad que hay en un medio independiente. Son un lienzo blanco donde está todo para hacer”, afirma Díaz. “Y para usarlas, hay que aprovechar las redes sociales”.
El tema de las redes sociales sobrevuela toda la charla. Ribaudo le recuerda a Díaz que supo oficiar de community manager cuando todavía esa figura no existía como tal. Para un programa de Infinit, la marca de anteojos, le propusieron “ser un productor fuera del programa, desde la casa, completando el programa desde el blog, cuando recién aparecía Facebook”. Era el 2007. Para eso, aprovechó la libertad que le daba no tener a un productor al lado que le dijera qué tenía que hacer. “No me frenaba nada, lo que se me venía a la cabeza, lo ponía en el blog”, relata Díaz.
El contenido de los programas también cambió. Cuenta el invitado: “Hoy tomé un taxi y estaba puesto el programa de Larrea en la radio” -el mismo Héctor Larrea que su madre escuchaba cuando él era chico-. Una crítica, la sección deportiva, un móvil en la Feria del Libro y los latiguillos –“geniales”- de Larrea. “Y en siete minutos escuché más radio que en los últimos dos años” dice el guionista.
A su lado, Lucas Ribaudo asiente y explica a los alumnos lo importante que es para Larrea saber captar –y entender- a quienes lo escuchan: “El venia de clases populares muy bajas, y se dio cuenta de que para ser popular, siendo alguien de la radio, tenía que llegar a esos sectores. Dicen que grita mucho porque tenía que hacer escuchar al tipo que estaba trabajando en una obra o un taller, y que su voz tenía que ser más fuerte que el martillo. Hoy en día no pierde la imagen de quien lo escucha y cómo va a hacer para llegar a ellos”.
Después de muchos años en el medio, Luis quería contar qué era lo que estaba pasando con la radio. Así surgió Lexter, la ola perfecta, su segunda película, que relata la historia de un joven estudiante que, para recibirse, tiene que escribir su tesis. Para eso, intentará contactar a Lexter, una especie de ídolo que ideó una forma particular de hacer periodismo de rock en la radio. La obra transita y recrea distintos escenarios del mundo del rock de los ’90: Cemento, el Parakultural, los programas de radio, las revistas de la época. “Intento tomar lo que fue el auge de la Rock and Pop y el rock en las radios, y la noche, esos lugares que en esa época fueron como cuevas del rock. Esa fue la búsqueda de darle seriedad y entidad al personaje, y a partir de ahí darle entidad a la película, sin perder de vista que era una historia de pibes que quieren entrevistar a su ídolo o maestro”, dice Díaz.
Para darle validez a la figura de Lexter y, revelará en un rato, como parte de una estrategia de marketing para una película que es independiente, Díaz eligió entrevistar a gente del medio para que contaran qué pensaban de Lexter, como Lalo Mir o el Ruso Verea. “Mucha gente me pregunta si Lexter existió, si está vivo” cuenta, “y muchos de los famosos que contaban una anécdota del personaje después me decían de quién estaban hablando en realidad”. Por eso, explica el director, “Lexter es todos”.
Lexter, la ola perfecta, se presentó en festivales como el de Gualeguaychú y el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata. Las próximas presentaciones serán en el Centro Cultural Konex, los miércoles 4, 11 y 18 de Mayo a las 21.30. Después de eso, la película recorrerá el interior del país. “Me llama alguien para decirme que la podemos pasar y la pasamos. Tengo la suerte de decidir qué hacer con la película”, explica el director, que mientras tanto trabaja en el guión de Electrónica, el libro de Enzo Maqueira.
@Chunia_