“1983. EL AÑO DE LA DEMOCRACIA”
Por Martín Osorio
Sobre la finalización La Semana del Libro, el periodista y docente de la carrera de periodismo de la Universidad de Lomas de Zamora, Germán Ferrari, estuvo en Eter para conversar con estudiantes acerca de su experiencia profesional, pero fundamentalmente de su libro, “1983. El año de la democracia”, un trabajo que reconstruye el compás de la política de aquel año que marcó el final de la dictadura militar y el arribo de Raúl Alfonsín a la presidencia luego de derrotar al peronismo.
Ferrari señaló que para su realización, el libro contó con un arduo trabajo de archivo. “No resultó muy difícil organizar la información de los diarios de la época. En cambio, con las revistas sucede que el universo es mayor, porque hubo un florecimiento de publicaciones a partir de la guerra de Malvinas. Hacer el rastreo de lo que se fue publicando fue un trabajo de hormiga porque las hemerotecas, a veces, tienen sólo el primer número de las publicaciones o no las tienen”, indicó el escritor.
El libro cuenta con más de 60 entrevistas a los actores políticos del momento. Ferrari recordó: “Tuve que condensar y dejar afuera el doble de potenciales entrevistados. A medida que iba leyendo aparecían más protagonistas que estaban vivos y podían aportar testimonios valiosos. Pero hubiese tenido que escribir cuatro tomos”.
Además, el periodista contó que tuvo la intención de reflejar la multiplicidad de voces más allá de sus propias convicciones políticas o ideológicas. “No quería que me quedara ningún hueco de partidos, de ideologías o de protagonistas. Obviamente hay nombres que me hubiese gustado entrevistar y que no pudo ser”, comentó y añadió: “Muy pocos me dijeron que no o me retrasaron la entrevista, porque para la mayoría, fue un momento histórico muy grato desde el punto de vista de lo que se jugaba en aquel momento: la recuperación de la democracia”. En el caso de los que no pudo entrevistar, intentó que estuvieran sus voces a través de entrevistas publicadas o memorias.
Posteriormente, al contestar preguntas, Ferrari se refirió a la manera de pensar al público lector de su obra y remarcó que no se puede correr de la función docente. En consecuencia, trabajó pensando en un lector que no vivió la época, que era muy chico o que en el momento, no le despertó el interés. “Siempre tengo la intención pedagógica de transmitir algo, de aportar un dato nuevo que es lo más básico del periodismo”,reforzó. Dijo también, que es imposible escribir por fuera de la subjetividad y que, aunque se trasluce cierta postura ideológica la idea no es la de “escribir un panfleto”.
Luego, retomando la idea de lo panfletario y lo subjetivo, Ferrari respondió acerca del denominado periodismo militante. Opinó: “Creo que la dicotomía entre periodismo independiente y el militante es falsa, pero me parece que existe para denostar a la militancia e instalar que los que militan son trabajadores paria”. Además, aclaró que el periodista afiliado a un partido político existió siempre y citó como ejemplo, el de Raúl González Tuñón quien era un confeso militante del Partido Comunista y trabajó muchos años en la redacción de Clarín. “Claro que en Clarín no podía escribir lo mismo que escribía en Orientación, el periódico del PC en el que hacía militancia política, pero ejercía la militancia desde otro lado: escribía sobre teatro independiente”, concluyó.
La charla sucedió en un clima distendido durante último día de La Semana del Libro y en el marco de la materia Técnica Periodística del segundo año de la carrera de periodismo a cargo del docente, Adrián Figueroa Díaz, quien ofició de moderador.
Ferrari señaló que para su realización, el libro contó con un arduo trabajo de archivo. “No resultó muy difícil organizar la información de los diarios de la época. En cambio, con las revistas sucede que el universo es mayor, porque hubo un florecimiento de publicaciones a partir de la guerra de Malvinas. Hacer el rastreo de lo que se fue publicando fue un trabajo de hormiga porque las hemerotecas, a veces, tienen sólo el primer número de las publicaciones o no las tienen”, indicó el escritor.
El libro cuenta con más de 60 entrevistas a los actores políticos del momento. Ferrari recordó: “Tuve que condensar y dejar afuera el doble de potenciales entrevistados. A medida que iba leyendo aparecían más protagonistas que estaban vivos y podían aportar testimonios valiosos. Pero hubiese tenido que escribir cuatro tomos”.
Además, el periodista contó que tuvo la intención de reflejar la multiplicidad de voces más allá de sus propias convicciones políticas o ideológicas. “No quería que me quedara ningún hueco de partidos, de ideologías o de protagonistas. Obviamente hay nombres que me hubiese gustado entrevistar y que no pudo ser”, comentó y añadió: “Muy pocos me dijeron que no o me retrasaron la entrevista, porque para la mayoría, fue un momento histórico muy grato desde el punto de vista de lo que se jugaba en aquel momento: la recuperación de la democracia”. En el caso de los que no pudo entrevistar, intentó que estuvieran sus voces a través de entrevistas publicadas o memorias.
Posteriormente, al contestar preguntas, Ferrari se refirió a la manera de pensar al público lector de su obra y remarcó que no se puede correr de la función docente. En consecuencia, trabajó pensando en un lector que no vivió la época, que era muy chico o que en el momento, no le despertó el interés. “Siempre tengo la intención pedagógica de transmitir algo, de aportar un dato nuevo que es lo más básico del periodismo”,reforzó. Dijo también, que es imposible escribir por fuera de la subjetividad y que, aunque se trasluce cierta postura ideológica la idea no es la de “escribir un panfleto”.
Luego, retomando la idea de lo panfletario y lo subjetivo, Ferrari respondió acerca del denominado periodismo militante. Opinó: “Creo que la dicotomía entre periodismo independiente y el militante es falsa, pero me parece que existe para denostar a la militancia e instalar que los que militan son trabajadores paria”. Además, aclaró que el periodista afiliado a un partido político existió siempre y citó como ejemplo, el de Raúl González Tuñón quien era un confeso militante del Partido Comunista y trabajó muchos años en la redacción de Clarín. “Claro que en Clarín no podía escribir lo mismo que escribía en Orientación, el periódico del PC en el que hacía militancia política, pero ejercía la militancia desde otro lado: escribía sobre teatro independiente”, concluyó.
La charla sucedió en un clima distendido durante último día de La Semana del Libro y en el marco de la materia Técnica Periodística del segundo año de la carrera de periodismo a cargo del docente, Adrián Figueroa Díaz, quien ofició de moderador.