Se trabaja mucho, y eso se percibe apenas traspasar el umbral. Desde la vereda del edificio cautiva el aroma a radio. Y las escenas en simultáneo son así: el móvil estacionado en la puerta; los conductores que a las nueve terminaron su programa y ya corren hacia otro y, la bienvenida de Diego Seguí, productor en Radio Rivadavia, adelantan la mecánica de este universo sonoro. Detrás de esa fachada se cobijan numerosas frecuencias de AM y FM: Rivadavia, Splendid, Rock&Pop, Metro, la Uno, la 990 y otros medios de comunicación. En la sala del “Rotativo del aire” trabajan Patricio Shanley, Alejandra Arestizábal y Mariano Martín. Son los responsables de mantener las noticias frescas durante la mañana en Radio Rivadavia. La habitación pequeña y arrinconada contrasta con el buen humor del equipo. “Hoy las fuentes de información son muchísimas: las agencias de noticias, los diarios, Twitter”, explica Shanley. Por su parte, Mariano Martín aclara: “Tampoco es todo Twitter. Hay que revisar de dónde viene, quién lo dijo. Quizás tenés un jefe que te corre: ¡Dale, decilo! ¿Te hacés cargo vos? ¿O me das dos minutos para que lo revise? Yo no me voy a hacer cargo porque sale en Twitter”. Sobre esa necesidad de “hacerse cargo”, Patricio Shanley machaca como un mantra: “Hay que chequear, hay que chequear”.

De pie sobre un parlante, la Virgen de Luján y San Cayetano amparan al equipo del informativo al transmitir el último parte. La periodista Cristina Pérez, desde el estudio “Cacho Fontana”, debate con sus colegas sobre la propina a los mozos. En los controles, la operadora está al tanto de la televisión, la grilla, la hora y el móvil. Un par de manzanas verdes asoman sobre las consolas. Simultáneamente, desde el estudio de la Metro, Laurita Fernández, Gaby Schulz, Javi Ponzo y Fernando Lavecchia, conducen “Decímetro”. Comentan el magro desempeño de Tinelli, la exclusividad de las figuras de la televisión y las chances de aparecer en la pantalla de otro canal. “Hay primerísimas figuras de las que los canales son muy celosos”, acota Laurita. El universo de las “celebrities” siempre es tema.

Un patio con mesas, bicicletas y un metegol separa a Alpha de su otro edificio. El staff de la Rock&Pop es más terrenal y se rodea de budines y bizcochitos. El programa que producen va de 9 a 13 hs. y, sin catering, no hay equipo que sobrelleve cuatro horas seguidas sin bajar el azúcar. Beto Casella aprovecha la tanda de su programa “La Logia del Buen Gusto” para salir a saludar. Accede a sacarse una foto al pedido de:  #AlumnosCholulos.  Esa acción, marca el clímax de la visita y el anuncio del final. El ajetreo matinal no cesa. En Alpha, nada está librado al azar.

* Por Dolores Lavalle Cobo. Estudiante de 2 año de Producción Audiovisual.