CONEXIÓN CABEZA- CORAZÓN: LA CLAVE DE LA LOCUCIÓN
Por Florencia Cortés
Silvina Lamorte egresó de ETER en el 2004 pero ella dice que se convirtió en locutora la primera vez que escuchó su voz en la televisión. En el marco del ciclo 15 x 15, en festejo del decimoquinto aniversario de la Carrera de Locución, Lamorte se acercó a la escuela para compartir sus experiencias. Cómicamente se intimida ante los grabadores y las cámaras que se encienden antes de comenzar su presentación.
“Soy profesora de yoga también. El yoga hizo que tenga contacto con mi garganta, con el aire, conmigo”, explica mientras se acaricia el cuello. Afirma que a veces es difícil ser consciente de las cuerdas vocales que están tan adentro, y para romper el hielo y hacer a todo el auditorio parte de esta experiencia invita a “cerrar los ojos”. Se bajan las luces y su voz es guía por un mundo imaginario, el ejercicio invita a sentirse, a emitir emes y descubrir la vibración de la garganta y del cuerpo todo, como uno. “Somos vibración, somos sonido”, locuta al terminar este revelador ejercicio.
La charla avanza, ella recomienda libros como La alquimia de la voz ó El tao de la voz y excusándose dice: “Tengo cosas de chaleco, pero estos textos invitan a reflexionar las palabras como algo muy valioso”. Dice que una palabra a tiempo, o la misma en un mal momento, puede ser determinante para la vida. Les advierte a los alumnos que es importante que como futuros comunicadores piensen en llegar al otro, en que te entiendan, en articular, en sus bocas, pero sobre todo en las palabras.
Las preguntas se van sucediendo y la más importante es ¿cómo empezar? A lo que Lamorte responde: “Hay que jugársela, hay que arriesgarlo todo, soltar y jugársela. Hay que salir de lo cómodo”. Explica que ella está disponible las 24 horas como un kiosco, que no tiene problema en grabar aún de vacaciones, que lleva su micrófono en la cartera. Convencida explica que esto tiene que ver con que le gusta lo que hace, para ella es un juego y se divierte haciéndolo. También hace hincapié en ser flexible porque “las puertas se van abriendo”.
Cuándo le preguntan si tiene un estudio de grabación en su casa dice que sí, pero que prefiere ir a grabar y que le marquen, así no se queda con dudas. “Hay que escuchar lo que nos proponen, estar abiertos. Saquemos el callo y volvamos a lo lúdico”, afirma, sin dudas, que jugar delante del micrófono es su clave.
Entre pregunta y pregunta vemos algunas de sus publicidades, entre las que se encuentran: Sedal, Piero, Banco Hipotecario, Sancor, OHLALA, Alto Palermo y P&G, entre muchas otras.
Los alumnos demandan una receta para un DEMO, a lo que ella responde: “Primero hay que grabar un DEMO que te guste mucho, de entre 30 segundos y 1 minuto, llevarlo a los estudios, en su defecto mandarlo por mail y llamar para ver si lo recibieron”. Explica que es muy importante que traten de darle una impronta personal a lo que envíen, que traten de no copiar y ser auténticos. Además aconseja que no paren de capacitarse, que estudien otras cosas que fomenten la locución, como teatro, música, danza, clown. Todo lo que sirva para destrabarse.
Para finalizar dice, casi como un mantra: “El único lugar en el que el éxito aparece entes que el trabajo, es en el diccionario”.
@florcortesopina
“Soy profesora de yoga también. El yoga hizo que tenga contacto con mi garganta, con el aire, conmigo”, explica mientras se acaricia el cuello. Afirma que a veces es difícil ser consciente de las cuerdas vocales que están tan adentro, y para romper el hielo y hacer a todo el auditorio parte de esta experiencia invita a “cerrar los ojos”. Se bajan las luces y su voz es guía por un mundo imaginario, el ejercicio invita a sentirse, a emitir emes y descubrir la vibración de la garganta y del cuerpo todo, como uno. “Somos vibración, somos sonido”, locuta al terminar este revelador ejercicio.
La charla avanza, ella recomienda libros como La alquimia de la voz ó El tao de la voz y excusándose dice: “Tengo cosas de chaleco, pero estos textos invitan a reflexionar las palabras como algo muy valioso”. Dice que una palabra a tiempo, o la misma en un mal momento, puede ser determinante para la vida. Les advierte a los alumnos que es importante que como futuros comunicadores piensen en llegar al otro, en que te entiendan, en articular, en sus bocas, pero sobre todo en las palabras.
Las preguntas se van sucediendo y la más importante es ¿cómo empezar? A lo que Lamorte responde: “Hay que jugársela, hay que arriesgarlo todo, soltar y jugársela. Hay que salir de lo cómodo”. Explica que ella está disponible las 24 horas como un kiosco, que no tiene problema en grabar aún de vacaciones, que lleva su micrófono en la cartera. Convencida explica que esto tiene que ver con que le gusta lo que hace, para ella es un juego y se divierte haciéndolo. También hace hincapié en ser flexible porque “las puertas se van abriendo”.
Cuándo le preguntan si tiene un estudio de grabación en su casa dice que sí, pero que prefiere ir a grabar y que le marquen, así no se queda con dudas. “Hay que escuchar lo que nos proponen, estar abiertos. Saquemos el callo y volvamos a lo lúdico”, afirma, sin dudas, que jugar delante del micrófono es su clave.
Entre pregunta y pregunta vemos algunas de sus publicidades, entre las que se encuentran: Sedal, Piero, Banco Hipotecario, Sancor, OHLALA, Alto Palermo y P&G, entre muchas otras.
Los alumnos demandan una receta para un DEMO, a lo que ella responde: “Primero hay que grabar un DEMO que te guste mucho, de entre 30 segundos y 1 minuto, llevarlo a los estudios, en su defecto mandarlo por mail y llamar para ver si lo recibieron”. Explica que es muy importante que traten de darle una impronta personal a lo que envíen, que traten de no copiar y ser auténticos. Además aconseja que no paren de capacitarse, que estudien otras cosas que fomenten la locución, como teatro, música, danza, clown. Todo lo que sirva para destrabarse.
Para finalizar dice, casi como un mantra: “El único lugar en el que el éxito aparece entes que el trabajo, es en el diccionario”.
@florcortesopina