El 5 de octubre, el Club Vilo en Vicente López abrió sus puertas para dar la bienvenida a personas de todo el país en el marco del sexto Congreso de Buenas Prácticas en Discapacidad. Los estudiantes de Producción Audiovisual participaron de una Radio Abierta y de la cobertura para redes.

Desde temprano, los asistentes se registraron en el mostrador, donde recibieron sus credenciales como participantes u organizadores, acompañadas de un kit de prensa que contenía información relevante sobre el evento. El entorno del congreso se caracterizó por su atmósfera cálida, con amplias áreas verdes y distintos puestos al aire libre que ofrecían alimentos y exhibían emprendimientos de cerámica, pintura y origami. Además, se contó con un comedor y un quincho, así como un estudio de producción que alojó a todos los protagonistas. Por supuesto, también se disponía de un espacio interior donde, a lo largo de dos días, se llevaron a cabo exposiciones de organizaciones sin fines de lucro provenientes de todo el país. Estas exposiciones pusieron de relieve realidades que hacían hincapié en la inclusión de personas con discapacidad, tanto en el ámbito social como en el laboral.

El congreso abordó temas que en ocasiones son considerados tabú en la sociedad, tales como la educación sexual integral y la vida independiente de las personas con discapacidad. Un punto destacado durante el evento fue la falta de información precisa proporcionada por los medios de comunicación acerca de las políticas inclusivas. Diego Zambelli, uno de los organizadores del congreso, expresó su preocupación respecto a que, cuando los medios dedicaban un espacio para informar, lo hacían de manera inapropiada, utilizando expresiones como "el chico discapacitado rompió todas las barreras y se graduó", lo que minimiza las capacidades de las personas con discapacidad, ya sea mental o motriz.

María Belén Frías, de la Fundación Arkho, destacó los desafíos que enfrentan los jóvenes al graduarse de la secundaria. "Los estudiantes con excelentes promedios que desean continuar sus estudios en instituciones terciarias o universidades se encuentran con obstáculos, ya que son redirigidos a centros de recreación diurnos, lo que generalmente se establece para personas con discapacidad. Esto les impide aprovechar todas las oportunidades de desarrollo profesional”. Además, la falta de capacitación en instituciones terciarias y universidades para recibir a personas con discapacidad también es un obstáculo, ya que se requieren materiales adaptados, fotocopias y otros recursos específicos para las personas con discapacidad.

Un denominador común entre todas las organizaciones participantes era la preocupación por la falta de apoyo económico y social por parte del Estado, así como la falta de empatía en la sociedad en general.

Este congreso sirvió como un recordatorio de la cantidad de organizaciones sin fines de lucro que trabajan en todo el país, cada una aportando su tiempo, conocimientos y entusiasmo para promover la inclusión y contribuir a un futuro más inclusivo para todos en la sociedad.

*Camila Pereda Vila, alumna de Producción Audiovisual.