Recibimos en nuestra escuela al periodista, músico y escritor Sergio Lapegüe. Llegó como quien llega a un canal de televisión, con el tiempo justo y disponible a sumarse a lo que vaya a pasar. Se sentó, tomó un poco de agua y empezó.

El aula Peña de la sede de Acevedo se llenó de alumnos de primer año de la carrera de Producción Audiovisual y cerca de las once de la mañana comenzó la conferencia de prensa. Desde un primer momento se mostró curioso por el intercambio con los estudiantes, salteó a la perfección cualquier incomodidad que pudiera surgir por los micrófonos y las cámaras: al fin y al cabo, es su hábitat natural.

Trabaja en TV y en radio desde hace poco más de 30 años. Empezó llevando el té a su jefe, Bernardo Neustad. Fue productor, cronista, movilero y conductor. El dice que es “fundamentalmente periodista las 24 hs, pero también entretenedor”. Actualmente hace “Tempraneros” en la mañana de TN y por la tarde conduce “Atardecer de un día agitado” en la 100. 

La vida lo llevó a un ritmo vertiginoso, acelerado. Le picó el bichito de la información y empezó a crecer, a agarrar todos los trabajos que el éxito le fue trayendo. Tanto en la radio como en la tele, se movía como pez en el agua. Siempre ansioso, inquieto y optimista, cumplió su sueño de ser conductor del noticiero más visto del país. Cuando llegó a esa cima, tuvo que parar, como quien dice “entrar a boxes”.

En 2021 sacó su segundo libro, “Parar: tocar fondo, resetear y volver a empezar”, que fue terminado y publicado luego de su difícil experiencia con el COVID. Luchar por su vida en terapia intensiva lo hizo pensar en cortar por lo sano con la rutina exigente. Reflexionó “Parar es eso, es bajar un cambio, disfrutar nuestro momento”.

Habló sobre Lapeband, su proyecto musical con amigos de toda la vida. Ellos tocan Rock and roll de los años 60. Él escribe sus propias canciones, que nacen en cualquier momento, entre tanda y tanda, o cuando puede agarrar un papel y una birome. Le da paz escribir y dijo: “Es meterme en mi propio cerebro, que a veces delira por cualquier lado”. La banda volvió al ruedo hace siete años. Se junta en ensayos, bares y teatros. Lo más importante para él: que su música haga pasar un buen momento a la gente. 

Sergio habló de la generosidad, de lo necesario que es hacer el bien desde el lugar que unx ocupe. El rating es importante, sí, pero no más que ayudar a alguien a tener algo en la panza. 

Fue muy inspirador su paso por ETER, costó que se fuera. Su simpatía y calidez hizo que, una vez apagadas las cámaras, la charla se extendiera. Entre risas y consejos, nos dejó un hermoso recuerdo.

*Lora Bravo (@escxrpia), estudiante de 1er año de Producción Audiovisual