“Entrenar es educar, y educar es enseñar a dudar”
Por Emiliano Zontella
Fernando Signorini, ex preparador físico personal de Diego Maradona y del seleccionado argentino, entre otros, se presentó en ETER para brindar una interesante charla sobre su labor alrededor del mundo y las distintas experiencias que enriquecieron su trabajo como formador de atletas.
Junto a Antonio Spinelli, precursor del evento y frente a más de cincuenta alumnos que se acercaron hasta la sede de Acevedo 262, Signorini mostró una mirada muy firme y crítica sobre lo que considera la deshumanización del deporte. Además recalcó el bajo nivel formativo con el que cuentan los futbolistas, y manifestó que “el espectáculo se vio arruinado el día que la pelota saltó de la cancha a los escritorios”.
“Las ratas que dicen trabajar en la Asociación del Futbol Argentino han hecho de este deporte una porquería insensata, donde hay chicos que no tienen ni para comer, ni para comprar medicamentos y mucho menos, trabajo. A los que nadie educa, nadie guía y nadie protege. Lo único que importa es que traigan una copa de algo”, enfatizó el autor del libro Fútbol, llamado a la rebelión.
Y continuo: “Como el éxito no se revisa cualquier cosa sirve, porque hoy el deporte, y más que nada el fútbol, es un arma fantástica que utilizan los poderosos para la estupidizacion, y la manipulación de las masas. Hay tres mil millones de personas bajo la línea de pobreza en el mundo, pero lo que más importa es el fútbol”.
Con respecto a la división que viven hoy los argentinos, representada a la hora de ponerse de un lado u otro de la grieta, el Profe analizó: “Esta en nuestros genes y hasta que no se apague esa herencia que arrastramos desde las cavernas esto no va a parar. Nos gusta comparar todo, Maradona con Pelé, Bariloche con Villa Langostura, etc. Hay que disfrutar. Yo creo que es una debilidad del carácter, y después juegan otras razones que tienen que ver con el contexto y con el origen tribal: si es argentino, es mejor que el otro”.
Oriundo de la ciudad bonaerense de Lincoln, con tres mundiales en su espalda, mas las múltiples anécdotas que le dejó su paso por Barcelona, Sevilla, México y Perú, Signorini reivindicó, sobre todo, que “entrenar es educar y educar es enseñar a dudar”. Y agregó que “es fundamental guiar al alumno a que vuele en absoluta libertad. Para que se conozca a sí mismo y su alrededor. El principal objetivo del profesor es ayudar al pupilo a que lo supere, aunque lo contradiga”.
@emizontella11
Junto a Antonio Spinelli, precursor del evento y frente a más de cincuenta alumnos que se acercaron hasta la sede de Acevedo 262, Signorini mostró una mirada muy firme y crítica sobre lo que considera la deshumanización del deporte. Además recalcó el bajo nivel formativo con el que cuentan los futbolistas, y manifestó que “el espectáculo se vio arruinado el día que la pelota saltó de la cancha a los escritorios”.
“Las ratas que dicen trabajar en la Asociación del Futbol Argentino han hecho de este deporte una porquería insensata, donde hay chicos que no tienen ni para comer, ni para comprar medicamentos y mucho menos, trabajo. A los que nadie educa, nadie guía y nadie protege. Lo único que importa es que traigan una copa de algo”, enfatizó el autor del libro Fútbol, llamado a la rebelión.
Y continuo: “Como el éxito no se revisa cualquier cosa sirve, porque hoy el deporte, y más que nada el fútbol, es un arma fantástica que utilizan los poderosos para la estupidizacion, y la manipulación de las masas. Hay tres mil millones de personas bajo la línea de pobreza en el mundo, pero lo que más importa es el fútbol”.
Con respecto a la división que viven hoy los argentinos, representada a la hora de ponerse de un lado u otro de la grieta, el Profe analizó: “Esta en nuestros genes y hasta que no se apague esa herencia que arrastramos desde las cavernas esto no va a parar. Nos gusta comparar todo, Maradona con Pelé, Bariloche con Villa Langostura, etc. Hay que disfrutar. Yo creo que es una debilidad del carácter, y después juegan otras razones que tienen que ver con el contexto y con el origen tribal: si es argentino, es mejor que el otro”.
Oriundo de la ciudad bonaerense de Lincoln, con tres mundiales en su espalda, mas las múltiples anécdotas que le dejó su paso por Barcelona, Sevilla, México y Perú, Signorini reivindicó, sobre todo, que “entrenar es educar y educar es enseñar a dudar”. Y agregó que “es fundamental guiar al alumno a que vuele en absoluta libertad. Para que se conozca a sí mismo y su alrededor. El principal objetivo del profesor es ayudar al pupilo a que lo supere, aunque lo contradiga”.
@emizontella11